¿Es común escuchar la mandíbula crujir al abrirla o cerrarla? Sí, es una sensación muy frecuente en muchas personas. El crujido de mandíbula, también conocido como crepitación mandibular, es un problema que afecta a muchos y puede tener consecuencias significativas en su calidad de vida. La mandíbula es una de las partes más activas y complejas del cuerpo. Está involucrada en todas las funciones diarias, como comer, hablar y sonreír. Por lo tanto, cualquier problema en esta área causa molestias y afecta la rutina diaria.
El estrés es una de las principales causas de la crepitación mandibular. Cuando se sienten bajo tensión, las personas tienden a apretar los dientes y ejercer una presión excesiva en esta área. Esta tensión prolongada puede causar el crujido de mandíbula, entre otras cosas. Por ello es importante prestar atención a los niveles de estrés y buscar formas saludables de gestionarlo, como ejercitándose o acudiendo a terapia.
Otra posible causa es el bruxismo, una condición en la que se aprieta los dientes de manera involuntaria, generalmente durante la noche. Este hábito ejerce presión en la mandíbula y desencadena su crujido. Existen diferentes métodos para tratar el bruxismo, incluyendo el popular uso de Botox.
Además, los problemas de articulación temporomandibular (ATM) también pueden ocasionar que la mandíbula cruja. Esta compleja articulación conecta la mandíbula al cráneo, y el sonido de crujido puede ser un indicador de disfunción en esta área.
Por otro lado, en cuanto los efectos del crujido de mandíbula, estos van más allá de la mera incomodidad. De hecho, se trata de una condición bastante molesta y dolorosa. Sin embargo, existen diversos enfoques y tratamientos para abordar este síntoma y encontrar alivio. Para quienes lo sufren será de gran utilidad explorar sus distintas soluciones, que van desde realizar cambios simples hasta someterse a tratamientos disponibles.
Una forma de abordar progresivamente el crujido de la mandíbula es a través de cambios en la alimentación y hábitos en general. Algunos alimentos, como los dulces pegajosos o las comidas muy duras, ejercen una presión adicional en la articulación temporomandibular, lo que empeora el crujido. Se recomienda evitar consumirlos y optar por una dieta equilibrada y suave en su lugar. También puede ayudar a reducir el crujido llevar una buena postura y evitar actividades que impliquen una tensión excesiva en la mandíbula, como morderse las uñas o masticar chicle de forma frecuente.
La terapia de relajación es una alternativa efectiva que también ayuda mucho. El estrés y la ansiedad pueden desencadenar y agravar este trastorno, por lo que técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el yoga, son capaces de aliviar la tensión en la mandíbula y por ende a reducir su crujido. Además, los masajes terapéuticos en la zona mandibular y el cuello también son de mucha ayuda.
En el ámbito odontológico existen tratamientos específicos más efectivos para el crujido de la mandíbula. Un odontólogo tiene la capacidad y el conocimiento requerido para evaluar la posición de los dientes y mandíbula, y recomendar el uso de férulas nocturnas personalizadas para eliminar la presión y mejorar la alineación. Estas férulas, que se usan durante el sueño, reducen el rechinar de los dientes y previenen el desgaste dental.
Y en la región de Murcia, los profesionales de la Clínica Dental José Luis Cano van un paso adelante al ofrecer a sus pacientes el novedoso método OIA (Odontología Neurofocal Integrativa). Este método diagnostica con tecnología digital tanto la causa del crujido, como otros problemas ocasionados por el mismo. Si se determina que una mala oclusión dental o problemas de alineación dental están causando el crujido, el método OIA ofrece terapia de ajuste oclusal. Esto implica ajustar de forma correcta los dientes superiores e inferiores.
También es posible aplicar terapia de relajación muscular y neural en las estructuras faciales y bucales específicas que lo requieran, ya que este método permite proporcionar diagnósticos y tratamientos más precisos y eficientes a través del uso de herramientas como el análisis de imágenes y la planificación virtual.
Con el método OIA se busca mejorar la experiencia durante el tratamiento y optimizarlo, lo que es un factor muy importante para el equipo de esta institución en donde siempre será prioridad que el paciente se sienta cómodo y, sobre todo, satisfecho con sus resultados.