Qué bueno tenerte nuevamente por aquí querido lector, porque hoy venimos a tratar un tema especial, la sedación en la odontología, una clase de procedimiento que casi cualquier Clínica Dental tiene a día de hoy. Pues hoy queremos contarte todo lo que debes de saber y tener en cuenta sobre la sedación en relación con el mundo de la odontología en general.
Qué es este tipo de sedación
Este procedimiento se basa en adormecer haciendo uso de determinados fármacos al paciente en cuestión. De esta forma podemos, nosotros los dentistas, efectuar cualquier tipo de tratamiento bucodental sin que la persona note ninguna clase de dolor o molestia. Esta sedación requiere, a su vez, de la anestesia local de toda la vida.
Esta sedación puede llegar a ser desde una mínima tranquilización sin que el paciente llegue a perder en ningún momento su propia consciencia, hasta llegar a un sueño más o menos profundo si lo requiere o necesita el tratamiento que se le va a efectuar.
Además, al tener el paciente su nivel de consciencia más bajo, cualquier proceso mental como puede ser el miedo o la ansiedad no “aparecen” bajo ningún concepto. Es decir, el paciente no va a ser consciente apenas del tratamiento que se le efectúa. Incluso en determinados casos, el propio paciente puede llegar a notar una amnesia mínima un día después de la intervención.
Para qué sirve este procedimiento
Gracias a esta sedación podemos atender de la mejor manera posible a determinados pacientes que comparten estas características:
- Pacientes que tienen verdadero pavor de acudir al dentista.
- Pacientes menores de edad o niños que no son del todo capaces para poder colaborar con el propio dentista.
- Pacientes que padecen algún tipo de discapacidad.
- Para tratamientos quirúrgicos que requieren demasiado tiempo para su realización.
Así mismo, gracias a esta sedación consciente dentro de la odontología hay determinados tratamientos que requieren un post-operatorio mucho mejor. Ello se debe, básicamente, a que además de administrar esta anestesia por vía intravenosa, se pueden administrar también determinados fármacos antiinflamatorios y antibióticos.
Con todo ello los dentistas nos podemos asegurar que el paciente tenga un postoperatorio mucho mejor.
Beneficios de esta sedación
Este tipo de anestesia, como hemos podido ver unas líneas más arriba, tiene muchos beneficios para el paciente. Por ejemplo, en los más pequeños de la casa o en personas con determinadas discapacidades resulta vital su empleo. Y es que al tener a estos pacientes dormidos nos facilita mucho el trabajo, empleando todo aquel instrumental que necesitamos para realizar un tratamiento en condiciones.
Por ejemplo, en los niños resulta de vital importancia que no reciba ningún tipo de presión a la hora de someterse a un determinado tratamiento. Básicamente porque ello le puede crear un trauma al pequeño que, a la larga, será peor para él.
Y es que hay ciertos tratamientos que requieren de una intervención larga en el tiempo, incluso de 3 horas, con lo que quieras o no, el paciente se va a cansar y fatigar bastante.
Además de ello, hay intervenciones quirúrgicas que sin esta clase de sedación sería imposible de llevarlas a cabo. Por ejemplo, en pacientes que se encuentran comprometidos médicamente hablando. Esta sedación ayuda a ejercer una protección extra para todos aquellos pacientes que suelen tener una delicada y frágil salud.